domingo, septiembre 25, 2011

Eres tan inestable, mi buen amigo. ¿Qué vamos a hacer contigo? Tu miseria es contagiosa.

Ya sé que estás triste. Ya sé que tienes miedo. Ya sé que te duele vivir así.

¿Pero qué puedes hacer?

Resígnate. Por favor.

Por el bien de todos.

No queremos más problemas, ¿o sí?

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