miércoles, febrero 03, 2010

¿Cajita... de Cristal...?



Otra vez estoy rozando el límite. Ciertamente, ya no sé dónde meter tanta maldita frustración.

Mi vida siempre ha sido como las olas en el oceano porque sube y baja una y otra vez. A veces tardo un poco en la cima de aquella ola, pero de repente bajo precipitadamente. Odio estas ocasiones en las que ahora el mar me traiciona, y en vez de ayudarme a subir de nuevo me intenta ahogar.

No hay una razón en específico, o más bien creo que son muchas pequeñas razones insignificantes que juntas parecen una avalancha capaz de sepultar Inglaterra. Me siento así. Selpultada.

Son tantas cosas que se arremolinaron y cayeron sobre mí que otra vez me siento como un desperdicio de aire, como un cero a la izquierda. Es tan irritante. Ni yo me soporto a mí misma, a veces creo que ni siquiera la soledad disfruta mi compañía.

No me quiero quejar en voz alta. Al fin y al cabo, aunque me sienta mejor todos saben que volveré a lo mismo. Nos volvemos tan predecibles y ridículos que la gente ya no se preocupa en preguntar. "De nuevo está así... alrato se ríe otra vez, no importa". Sí, no importa, por eso no busco a nadie. Pero qué deprimente es darte cuenta de que nadie te busca a ti.

Me he dado cuenta que no aprecio como se debe mis escasos talentos porque a mi papá a mi hermana les importa un carajo lo que hago; ya les resulta tan normal, tan 'lo que siempre hago' que no muestran ningún interés a menos que haya un beneficio o un mérito de por medio. Ni siquiera mi familia puede dejar de ser convenenciera... Qué frustrante. He recibido más motivación y buenas palabras de amigos o completos extraños que de toda mi familia junta. A veces me pregunto si me consideran parte de la decoración nada más. Yo comienzo a verlos como eso.

Porque papá sólo viene a sermonear, llega a la casa para enumerar todo lo que no hago, en todo lo que he fallado, todo lo que no soy y lo que 'debería' ser. Me pregunto cuando recibiré un "Bien hecho", sin tener que pedirlo. De acuerdo, ninguno de los dos es muy expresivo... ¿pero porqué siempre tienes que concentrarte en lo negativo? ¿Cuándo verás mis cualidades, mis virtudes, mis propósitos, mis motivos? ¿Cuando en tu puta vida te vas a dar cuenta de que no nací para complacerte y que si soy como soy es culpa tuya? Vas a ofenderte, vas a enfurecer. ¿Qué importa? Cosechas lo que has sembrado. Tú hiciste éste desastre. Acepta las concecuencias y deja de quejarte por todo. Tu actitud de adolescente me tiene harta.

La desesperación por ver a la gente con la que de verdad puedo ser yo misma me está volviendo loca, y al mismo tiempo, me aterra pensar en ver a alguien en especial. Estar lejos o cerca de la gente. Acabo por no hacer ni una ni la otra. Solo estando... y al mismo tiempo no.

Me distancio de personas que me importan porque simplemente no ecuentro el tiempo para acercarme, y curiosamente cuando lo tengo lo que me faltan son ganas de estar cerca de la gente. Pareciera un dispositivo para asegurarse de que muera sola. Siempre se activa en el momento justo.

No quiero forzar una sonrisa, ni pretender que estoy bien, pero estoy tan harta de que la gente cargue con lo mío... mejor será tomar una aguja e hilo y coser estos labios para que permanezcan en silencio y dejen que las palabras permanezcan dentro, devorando mi interior como llamas cuyo combustible sera la ansiedad.

Sufrir en silencio... creo que se ha vuelto un pasatiempo.


Parece ser que de nuevo volví a quedar encerrada dentro de aquella horrible cajita de cristal.




Romantic.xo.