lunes, mayo 14, 2012

¿A dónde voy?

Creo que de nuevo he llegado a toparme con la misma pared de siempre. Ésa incógnita, ésa revelación que se esconde por un tiempo pero al final sale a flote.


¿Qué estoy haciendo?
¿Por qué lo hago?
¿A dónde voy...?


Lo cierto es... que no tengo idea. 
Hablo de estudiar fuera del país como si fuera un hecho, como si estuviera segura de que eso es lo que haré. Creo que lo he dicho tantas veces que ya hasta yo misma me lo empecé a creer. La verdad no tengo ni la menor idea de hacia dónde me dirijo ahora, pero decir "estoy terminando la prepa y planeo hacer un diplomado en ingeniería de audio en Canadá" suena mucho mejor que "todavía estoy viendo qué quiero hacer". Lo comprobé en el cumpleaños de la tía Raquel. Recibí miradas de asombro y felicitaciones. Fue un cambio agradable, recordando el discurso tumba-sueños del tío Vico seis meses atrás.


La verdad, pienso que me he aferrado aún más a la idea de estudiar en el extranjero, no por el diplomado, no por hacer algo, no porque quiero viajar. Pienso que simplemente quiero huir. Viajar a Venezuela me dio una probada de ése sentir. Viajar completamente sola me hizo sentir fuerte, independiente. Moverme por mi cuenta, tener el control de mis gastos, conocer lugares y personas nuevas... fue liberador, emocionante. Por tres semanas apenas y pensé en México, en los problemas en casa, en los dramas con amistades y enemigos. Nada. Era yo en otro mundo, viviendo otra vida distinta a la que tenía antes. Y me gustaba. Volver fue raro, pero me dio gusto... ahora sin embargo, parece que me quiero ir más que nunca.


Ya no quiero esta casa, ni convivir con gente que nunca me escucha. Quiero un pretexto para alejarme de personas a las que ya no sé cómo buscar. Quiero un cambio brusco y novedoso que me devuelva las ganas de experimentar, salir, hacer locuras. Quiero olvidarme de esta vida hasta que me reconcilie con ella, y mientras tanto formar otra más que solo sirva para entretenerme por un tiempo. Seis meses en el extranjero suenan como lo que necesito, independientemente de qué haga allá.


¿Pero estará bien eso?


No lo sé. Todos hablan de tiempo, mientras veo a mis amigos comprometerse en relaciones mucho más serias, consiguiendo trabajo, cursando la universidad. Siento que todo el mundo avanza y yo me sigo quedando atrás, con mis sueños de adolescencia que aún anhelo más que a nada; aunque siendo sincera, siento que no le he puesto la debida pasión a ello. Debería. Pero siento que he entrado en una crisis existencial de la que no consigo salir. Todo lo que quiero se siente lejos y a la vez cerca, pero simplemente no parece que yo avance. Hay demasiadas cosas que quiero hacer, y no encuentro la manera de organizarme para empezar al menos una.


Me siento encerrada en una jaula, lejos de todo y de todos. Solo veo al mundo moverse, y yo continúo detrás de los barrotes deseando volar, pero sin tener idea de cómo abrir la jaula. Aun así, por alguna razón no estoy del todo preocupada. Y la verdad no sé si eso sea bueno o malo.

1 comentario:

  1. ¡Qué ironía! Regreso a este mundo olvidado y me encuentro con la misma pregunta, en este tu espacio, sin saber respuesta al cuestionamiento.

    Busco lo mismo, y al parecer tu contexto no está alejado de la solución...

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