No debería avergonzarme de lo hecho, ni arrepentirme tampoco.
Pero leer esos dos blogs después de lo ocurrido era realmente deprimente.
Así que... giré el lápiz, y usé la goma.
¿Ah...? ¿Perdón, qué...?
Lo siento.
Ya ni siquiera recuerdo que vine a hacer aquí.
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