Esta aptitud tan particular es algo así como un defecto de fábrica que resultó ser muy útil con los años, o quizás solo sea un modo de autodefensa que mi cerebro creó. La verdad es que no lo se. Pasa que... al menos desde que tengo memoria, mi cabeza ha tenido una capacidad extraordinaria para olvidar. Aquello que desaparece por el tiempo suficiente, simplemente se desvanece de mi cabeza poco a poco hasta que no queda rastros de su existencia. Lo curioso es que algunas cosas nunca se van, pero siempre estoy consciente de que no estoy recordando todo respecto a ellas.
A veces me pregunto si a otras personas les pasa o si de verdad tengo un problema de memoria. De la forma que sea, creo que en verdad es ventajoso, ya que puedo combatirlo si comienzo un diario como dios manda y escribo las cosas importantes que no quiero olvidar nunca. Este es un proyecto en proceso. No puedo combatir las lagunas mentales y tampoco quiero hacerlo, asi que salvaré todo aquello que no deseo perder... aunque tal vez ya sea un poco tarde para rescatar algunas cosas.
Leyendo las entradas de hace algunos meses me sentí sorprendida y al mismo tiempo incómoda. Había muchas cosas ocultas detrás de mis palabras que solo yo podría entender, y al hacerlo recordé cómo me sentía en aquellos momentos en que había escrito esos blogs respecto a mi última relación fallida.
Por un tiempo el tema me obsesionaba, y cuando lo dejaba a un lado no tardaba en volver de alguna forma, ya fuera por accidente o testarudez mía. Estoy consciente del resentimiento y la tristeza que me embargaba al escribir algunas de esas entradas, es decir, había perdido de una manera cruda y drástica a una persona alrededor de la cual mi vida giró en torno por casi dos años, y lo peor de todo era que no se me permitía hacer nada al respecto. Soy una persona que necesita cerrar ciclos. Si no lo hago me vuelvo loca, y fue principalmente por eso por lo que no fue sencillo seguir adelante a pesar de que ya ni siquiera sentía amor por ella.
Pero ahora, incluso todo eso desapareció. Todo se lo ha ido llevando el tiempo y mi mente olvidadiza sin que yo me de cuenta. Como palabras a lápiz en un libro viejo... apenas y puedo leer lo que había ahí originalmente. Es como si todas esas cosas que ocurrieron formaran parte de algún cuento que yo escuché hace mucho tiempo y que me es relatado una vez más, sintiéndose extrañamente familiar. Es un sentimiento muy curioso... como si esos recuerdos no me pertenecieran a mí.
Lo mismo me pasó con Leila. En el momento, todas esas emociones parecían devanarme los sesos con cuchillos incandescentes y mirando hacia el futuro solo podía pensar en rencor y dolor... pero apenas se aclararon las cosas, partimos caminos distintos y mis heridas sanaron con rapidez, hasta llegar al punto donde solo digo que "esas emociones parecían devanarme los sesos con cuchillos incandescentes" porque esa es la impresión que me dio mientras leía entradas de hace tres años. También había olvidado lo intensa que había sido esa etapa de mi vida para mí. Olvidé lo importante, lo difícil, lo doloroso... porque no lo necesitaba.
Eso es lo que ha ocurrido de nuevo. Aún creo que esta última relación fue la más insana y estúpida en la que he estado, pero si estuve en ella tanto tiempo fue precisamente por algo. Permití que pasaran las cosas que pasaron porque nunca en mi vida me había sentido más conectada a otro ser humano, y la idea de perderle era aterradora... y es gracioso, como en mi intento de conservar a esa persona terminé anudando el nudo lo suficiente para que ella nos ahorcara finalmente, pero a pesar de que ahora llevamos un año sin dirigirnos la palabra, y a pesar de que pasé muchos meses cuestionándome si sería prudente intentar hablarle de nuevo para aclarar las cosas... ahora todo eso parece irrelevante.
Eso sí, sigo en contacto con su madre, sigue alegrándome escuchar de sus abuelos y su hermano. Fueron muy amables conmigo durante mi tiempo allá y les tomé mucho cariño, y afortunadamente Marggie es lo suficientemente imparcial para apreciarme también aun a pesar de que su hija me deteste. Aprecio mucho eso. Estoy planeando enviarles un paquete pronto ya que nunca pude agradecerles como me hubiera gustado.
Volviendo al tema de Andrea (oh, dije su nombre en este blog)... recientemente charlamos. Bueno, no. Más bien, espió una conversación que tuve con una amiga mutua con la que ella se estaba peleando en ése momento e intentó putearme por las cosas que estaba diciendo de ella. Yo no hacía más que aconsejar a Miranda y tratar de hacerla sentir mejor, ya que a pesar de que ella había cometido un error, Andrea estaba siendo innecesariamente cruel como acostumbra hacer cuando se enoja. Evidentemente ella enfureció aun más al leer esa conversación, por lo que de la nada me mandó a callar de forma mordaz, e incluso trato de hacerme sentir mal al subrayar que mientras que yo tenía tantas cosas terribles que decir sobre ella, yo a ella ya no le importaba nada.
La mejor parte de esto no fue que la conversación no me movió ni un pelo, ni que se pusiera el saco con un tweet que nada tenía que ver con ella, o que su aparente actual pareja intentara discutir conmigo también y que yo no le prestara la más mínima atención a sus infantiles intentos de provocación... no, la mejor parte de todo fue que pude sentir como se cerraba aquél último ciclo.
Aún cuando ya no sentía nada por ella, muy dentro de mí la duda respecto a qué pasaría si habláramos de nuevo estaba siempre latente... pero ahora lo sé, y a pesar de que tal vez no tenga ningún sentido para nadie más... quedé muy satisfecha. Al diablo Shrödinger y su gato, la certeza es uno de los sentimientos más grandiosos que se pueden experimentar.
Puede que ya no recuerde casi nada respecto a "nosotras", y puede que sienta que la persona que alguna vez amé más que a nadie en el mundo haya muerto... pero eso, al menos para alguien que atesora las buenas experiencias, es lo mejor que me podía pasar. Al igual que con mamá, el tiempo para estar de luto ya pasó hace mucho tiempo, y solo queda recoger los fragmentos que me hicieron feliz y guardarlos muy bien. Guardaré todo lo que pueda muy en lo profundo de mi corazón para que no sea borrado de la arena de mi memoria por el mar del tiempo... porque ahora quedarme esos recuerdos ni me duele ni me preocupa.
Hey Hohh,¿no es gracioso? Si no fuera por ese mal genio tuyo que nos destruyó en primer lugar, ahora mismo no sería capaz de escribir esto con una sonrisa.
Gracias.