sábado, junio 19, 2010

Antecedentes



Supongo que ya que he renovado el blog, y yo misma me estoy renovando, es hora de ser completamente sincera conmigo misma... y el blog, claro. Al fin y al cabo, es una ventana a mi mente. Y mi mente sabe esto, sabe todo lo que pasa dentro de mí. 

Bueno, eso me hago creer para no alterarme en momentos de  p á n i c o. 
(Tengo muchos de esos.)

Mi vida ha cambiado muchas veces, una y otra vez desde que soy muy pequeña. Muchos de estos cambios, ni siquiera los recuerdo bien. Solo sé que pasaron. Pareciera como si partes de mis recuerdos se hubiesen borrado de mi memoria. 


A veces me pregunto 
si mi cerebro lo habrá hecho 
para hacerme algún bien.


El divorcio ni lo sentí, no se puede decir que al menos me informaron que eso era un divorcio; el padrastro y el nuevo medio hermano llegaron, y aunque no entendía qué hacían ahí me gustaba que así fuera. Mi infancia parecía avanzar "normalmente" a pesar de todo... hasta que ella tuvo que irse, y entonces una especie de cortina se cayó, mostrándome otro mundo. 


Un mundo GRANDE, un mundo  s  o  l  i  t  a  r  i  o , un mundo obscuro.   

Un mundo de verdad.


Como si fuera automático, al no estar ella, la familia se fue distanciando. Como si el único motivo por el cual nosotros fueramos parte de ellos, era porque ella estaba ahí. Pero nunca pregunté, nunca me quejé. Desde los diez años aprendí que no porque estés unido a alguien por un lazo de sangre, significa que son parte de tu vida


Se volvieron extraños, 
y aún hoy en día, para mí lo son.


Me retraí mucho, me encerré en mi universo. De repente, ser yo misma resultaba peligroso; tenía miedo de encariñarme con las personas. Tenía miedo de quererlas. 


Porque ahora sabía, 
que en cualquier momento podía perderlas. 


Luego me di cuenta de que estar sola NO me gustaba, pero me fue imposible volver "a ser parte", y mi confianza y autoestima, no regresaron. 


Los siguientes tres años y medio de mi vida estuvieron llenos de una tortura total. Pasé de ser una niña extrovertida y atletica a la que le gustaba ser el centro de atención, al puntito al fondo del salón que hacía como que no sabía que las otras niñas hablaban a sus espaldas para molestar. En secundaria tuve 'amigas', sí, pero siempre seríamos las excluidas, las inmaduras... las que se quedaron en primaria, adentro de su burbuja.


Y salir de ella, me aterraba.


Creí que estaba destinada a sentir el vacío en mi pecho, y aquella soledad constante. Pero afotunadamente, tiempo después, eso cambió...






Continuará...







1 comentario:

  1. Te voy a ser sincera...

    L aburbuja de la que hablas, muchas la padecemos... en especial yo... Linda, he llorqado con lo que escribe en este blog, y cmo yo, tambien buscas un escape a tu mente, no quieres quedarte encerrada, no quieres que todo quede ahi y explote tal vez...!

    Me agrada tanto lo que escribes, no porque seas una exceltene escritora y ame lo que haces.. sino, porque de un modo u otro... me siento identificada contigo...

    (no estoy segura si lo que te digo te guste... pero necesitaba hacerlo...)

    ResponderEliminar